SINUHE L.H.R.
FRUTO DEL VERANO
Estamos en agosto, meridiano del
verano y ecuador de todos los termómetros, habidos y por haber . El
rojo marca tendencia, se mire por donde se mire, ahí está. Se ve en
todo escaparate, sean de la índole que sea, abarcando todos los
aspectos ya sean políticos, sociales, económicos, laborales,
educativos, sanitarios y por supuesto a todos niveles individuales o
colectivos. Lo raro es que no salga a relucir en el rostro de mas de
uno, que bien por vergüenza o por indignación, sumarían cifra
suficiente para considerarlo como epidemia.Lo cierto es, que salvo la excepción que confirma la regla, los abusos superaron los limites. Por parte política y administrativa queda suficientemente constatado a través de todas las manifestaciones de que hemos sido testigo a lo largo de estos últimos meses. De otra parte la picaresca nacional, que mal que nos pese no podemos ignorar, contribuye a hundir la el barco, entre la economía sumergida, las estafas a las instituciones que consiguieron levantar miles de millones de euros sin dar un palo al agua, burlando y defraudando a la hacienda pública y a la seguridad social, a través de organizaciones fantasmales que apañando falsos contratos, ofrecían substanciosos subsidios de desempleo, sin omitir la industria pirata, que obtiene fabricación clandestina eludiendo todo tipo de impuestos, etc, etc .
En medio de todo esto, el resto lo que es lo mismo: quien paga los platos rotos. Y si en el articulo anterior, quedaba por fraguar la figura de algún mesías, abocado a resurgir de las cenizas, ya tomó forma al más puro estilo justiciero, bandolero que superando épocas, no se mueve tanto por la serranía y el escenario, ahora son otras grandes superficies y en lugar de carros de caballos los objetivos son carros que se desplazan sobre ruedas. Con opiniones cruzadas, como es de esperar, esto estaba claro que aconteciera y quizás lo más prudente sea esperar, dejar todo en cuarentena y que el tiempo nos aclare el panorama un poco ayudándonos a tomar posiciones.
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